viernes, 11 de septiembre de 2009

El mar y la serpiente

No pensaba postear nada hoy. Pero regresé de la biblio, con varios libros en una bolsita, recomendados por el Nacho, mi compañero de aventuras en esto de la Literatura para la Infancia y la Adolescencia. Uno de esos libros es El mar y la serpiente de Paula Bombara. Recién termino de leerlo. Todavía me dura la emoción, tanta, que quise compartirla y mis hijos ya están durmiendo.
Es una novela para adolescentes, y por qué no, para adultos, que cuenta la historia de una niña y su relación con la Dictadura, la memoria, el olvido.
Bella obra, especial para los que todavía creen que esta rama literaria no puede tratarse de algo serio...

"Se fue el sol del patio.Mamá tiene los ojos verdes y rojos , parece una monstrua. Llora para adentro.El abuelo se fue en el auto.La abuela me dio la muñeca que no se toca…”


(…)”En la primaria nunca me pidieron que escriba de esto. Escribir de desaparecidos…”


“Composición: Los desaparecidos
Son 30000.
30000 personas con 30000 historias que no pueden contarnos.
Tal vez una de ellas sería hoy mi profesora de geografía o de música.O el chofer del colectivo que tomo a la mañana. O quizás el señor de bigotes y ojeras que me cruzo en el subte cuando vuelvo a mi casa. Tal vez.
De esas 30000 personas extraño con todo mi corazón a una. Extraño a mi papá.
Sí. A mi papá lo hicieron desaparecer de una esquina. Se fue de mi vida como una hoja de árbol empujada por el agua de las alcantarillas.
Crecí pensando que me había dejado porque no era importante, porque no valía lo suficiente.Pero me equivoqué.Ahora creo que lo entiendo.
Después también nos llevaron a mi mamá y a mí. Pero esa fue una tormenta que duró menos.
Mi mamá siempre me dice que todo lo que hicieron los 30000 que desaparecieron y los otros miles que aún están (golpeados y miedosos, pero que están), todo fue para que nosotros viviéramos en un mundo mejor en donde la palabra valga, las ideas valgan.

Hoy nos faltan 30000 personas con nombre y apellido.
30000 es un montón de gente.
Ya no nos tropezaremos con ninguna de ellas en la calle.(…)
Un agujero de 30000 personas que podrían haber hecho tantas cosas…
No están ni para preguntarles la hora.
Pero bueno, no podemos cambiar el mundo, lo que sí podemos hacer es recordar que nos faltan injustamente.
Yo jamás podré olvidarlos. Lo tengo a mi papá, que me recuerda siempre a los otros 29 999.”
Paula Bombara

9 comentarios:

Pablo P. dijo...

Muchos creen que a los chicos hay que hablarles sólo en diminutivos y de cosas sin importancia. La vida también es dolor y pérdida, la vida también es injusticia.Tenemos que ser capaces de hablar con ellos de todos los temas, tan fácilmente como lo hacemos con un amigo en un bar.
Abrazo, negra

Gaby dijo...

Durísima, como la historia y la vida misma, es la novela. Tal vez por eso, si queremos ser sinceros con nuestros niños, no podemos sino mostrársela.

Anónimo dijo...

Seguis tan patética como cuando me enteré de tu pobre existencia, Gabriela. Seguí buscando. Hay cosas que, lamentablemente, a alguna gente no les llegará NUNCA. Podrían enumerarse como paz, amor, felicidad... No es para todos. Sólo lo merecen las personas BUENAS. Seguí haciendo blogs. La reclusión también es una buena forma de morir de a poco.

Gaby dijo...

Parece que de tan patética, soy muy recordada...Ahora, no es más patetico vivir en el anonimato para poder decir cosas?

Gente que busca gente!!!

Gaby dijo...

raro, no? que en este tipo de post, con ideas bastante más importantes que lo que yo pueda hacer con mi vida, comiencen a aparecer los anónimos...algún miliquito frustrado tal vez?

silvi dijo...

ay nena.se me hizo un nudo en la panza.creo que es un tema que muchos de nosotros todavia no lo hemos procesado como debieramos.
abrazo gigante

Gaby dijo...

Silvi, es un tema muy jodido, que no se ha resuelto aún y que sigue haciéndonos arder la panza...
Un abrazo grande, che

Anónimo dijo...

este libro esta muy bueno

Anónimo dijo...

y después que pasóóóóóóóooooóoóoóóooooooooooooo000000000